Hasta hace algunos años se tenía la idea de que enfermábamos
por la mala suerte de ponernos en el camino de lo siguiente:
a)
Algún virus ó bacteria
b)
Algún gen maligno que nos heredaron
c)
Por abusar del alcohol ó las drogas
d)
Algún accidente
e)
Simplemente mala suerte
Diferentes estudios recientes han demostrado que esto no es
del todo cierto (sin ser éste el caso de los accidentes, aunque yo tengo la
hipótesis de que éstos tampoco son sólo mala suerte y que los atraemos debido a
algún estado negativo de la mente… pero bueno, de esto todavía no hay pruebas
científicas).
En cuanto a los virus ó bacterias: definitivamente son uno
de los factores que nos provocan enfermedades, pero no son el único ni el más
importante, y me ha dado por imaginarme que si los virus ó bacterias fueran tan
determinantes en nuestro estado de salud, el ser humano se hubiera extinguido hace
muchísimo tiempo. Todo el tiempo estamos
conviviendo con microorganismos, no podemos vivir en una burbuja en donde éstos
no existan, por más desinfectantes, que utilicemos. Además, estudios recientes han mostrado que
el cuerpo humano posee un mayor número
de microorganismos que de células, y que estos microorganismos juegan un papel
vital para mantenernos sanos y combatir enfermedades. Cuando nosotros
enfermamos debido a un virus ó bacteria, éstos no son más que la gota que
derrama el vaso. (Es por eso que si un
grupo de personas se exponen al mismo medio ambiente con la misma cantidad de
virus ó bacterias, algunos enferman y otros no.) Pero entonces, hablando metafóricamente… ¿qué
es lo que hace que el vaso (nuestro cuerpo) esté tan lleno que sólo una gota de
agua (el virus ó bacteria que entra a nuestro cuerpo) lo derrame? Es la situación en la que se encuentra
nuestro organismo. Cuando nuestro organismo
está desequilibrado (se encuentra acidificado, con la flora intestinal dañada,
mal nutrido y con el sistema inmunológico deteriodado), es un caldo de cultivo
excelente para todo tipo de microbios dañinos.
Si un virus entra y todos nuestros sistemas están en equilibrio
(ligeramente alcalino, la flora intestinal intacta, bien nutrido y el sistema
inmunológico fortalecido), éste no encuentra su ecosistema ideal para
sobrevivir y muere.
En cuanto a los genes, todos tenemos una predisposición
genética a ciertas enfermedades, pero hay situaciones que pueden activar ó desactivar
los genes, y ¿adivinen qué? Que exactamente como expliqué con los virus ó
bacterias, las condiciones en las que se encuentran nuestros sistemas pueden
activar o desactivar el gen que nos predispone a cierta enfermedad.
El abuso de alcohol y de drogas tiene una predisposición
genética importante, pero también tiene que ver con un desequilibrio, tanto a
nivel físico como a nivel emocional.
Por lo tanto, lo que es realmente importante a la hora de
mantener nuestra salud es mantener el equilibrio interno de nuestro
organismo. Para ello es súper importante
el llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicio, aprender a manejar el
estrés, dormir lo suficiente, y algo muy importante: mantener una actitud
positiva hacia la vida. Cuando estamos
estresados, enojados, quejándonos y lamentándonos, criticando a los demás ó a
uno mismo, cuando tenemos rencores y envidias se crea un estado interno de
acidosis y toxicidad (aun llevando la mejor de las dietas), lo que nos lleva a
que, después de muchos años bajo estas circunstancias, el cuerpo sea también un
caldo de cultivo ideal para todo tipo de enfermedades. Los invito a investigar sobre “Los mensajes del agua” del dr. Masaru Emoto,
en donde explica la fuerza que tienen nuestros pensamientos y nuestras
intenciones en todo nuestro Ser.
Somos cuerpo, mente y espíritu, y tenemos que aprender a
equilibrar estos tres aspectos.
Me despido con una cita que alguna vez leí (desgraciadamente
fue hace mucho y ya no recuerdo en dónde me la topé): “el ser humano cuando
tiene salud la descuida por ir en busca
de riquezas… riquezas que al final de la vida tiene que gastar en el intento de
recuperar la salud perdida”.
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